LA CIENCIA DETRÁS DEL JOVENCITO FRANKENSTEIN (I)
El 29 de agosto nos dejaba Gene Wilder, actor icónico del cine de humor gracias a películas como No me chilles que no te veo, Charlie y la fábrica de chocolate y un peliculón (lo voy a escribir en mayúsculas) como es EL JOVENCITO FRANKENSTEIN.
La película es una parodia dirigida por Mel Brooks (director de La loca historia de las galaxias o Sillas de montar calientes) donde se nos presenta al nieto del archiconocido Dr. Frankenstein, Gene Wilder, como un venerado cirujano que resulta ser la oveja negra de la familia. No solo rechaza a su abuelo por su pasado de leyenda sino que además repudia de su apellido y lo adapta a Fronkonstin. No es hasta que recibe su legado, en forma de instrucciones para reanimar a los muertos, que se da cuenta que todo lo contado sobre su antepasado es cierto. Él mismo, siguiendo los pasos de su familiar, es capaz de llevar a término una resurrección con resultados más que inesperados.
El objetivo de este post es rendir un último homenaje a Gene Wilder a través de explicar toda la ciencia que se oculta detrás de la desternillante película El Jovencito Frankenstein. ¡Que empiece la fiesta!
La primera joya la encontramos en los títulos de apertura (figura 1) donde se agradece a Kenneth Strickfaden el préstamo del material de laboratorio de la película original de Frankenstein de 1931. El señor Strickfaden fue un genio de los efectos especiales, que llegó a ser conocido como Mr. Electric, por su participación en más de 100 películas y programas de televisión tales como El mago de Oz o Los Munster.

Ken era capaz de generar voltajes de hasta 1000000 de Voltios de bajo amperaje. Según el autor, esta electricidad únicamente causaba una sensación desagradable pero nunca peligrosa para la vida. El resultado eran rayos de casi 2 metros de longitud capaces de ionizar el oxigeno atmosférico generando ozono y deteniendo la recepción de las señales de radio y televisión. El ozono, tóxico, se puede oler ocasionalmente en el metro cuando este frena generando chispas, o incluso en las fotocopiadoras, y es reconocible por su olor picante. Además, el ozono también se puede generar cuando se aplican descargas eléctricas sobre los óxidos de nitrógeno liberados por los coches. Es por esta razón que, como se ha vivido durante el puente de Todos Santos en Madrid, en algunas ciudades se limita la circulación de los autos, pues las altas concentraciones de ozono que se generan son nocivas.
Mr. Strickfaden también era capaz, a partir de la elevación del amperaje hasta 10000 A, de generar un sinfín de chispas entre las puntas de dos electrodos de metal a causa de su vaporización creando un volcán de chispas espectacular.

En la película se pueden apreciar algunos de sus invenciones, como un tubo con dos electrodos a una elevada diferencia de potencial donde se genera una importante chispa que se va alargando hasta llegar al extremo superior (figura 2 imagen superior izquierda). En la misma imagen se aprecia otro aparato a la derecha de la torre donde una rueda interna con diferentes electrodos gira, a 1000 rpm, alrededor de una rueda externa con unos electrodos a una diferencia de potencial de 20000 V. Cada vez que los electrodos se cruzan se genera una chispazo que a causa del movimiento se percibe en forma de pluma (se puede apreciar mejor en la figura 2 imagen inferior derecha). En la película también aparece uno de los inventos más extraordinarios de Ken donde a partir de la aplicación de un elevado voltaje se genera un chispazo sobre un disco recubierto de material radioactivo (figura 2 superior derecha e inferior izquierda). Al desconectar el aparato el disco continúa mostrando el espectacular dibujo que dejaría, durante un segundo, un rayo en una noche oscura. ¡Que pena que no se utilice durante el film!
Sigue leyendo en:
- LA CIENCIA DETRÁS DEL JOVENCITO FRANKENSTEIN (II)
- LA CIENCIA DETRÁS DEL JOVENCITO FRANKENSTEIN (III)
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BIBLIOGRAFÍA
Goldman, H. Kenneth Strickfaden. Dr. Frankenstein’s Electrician. 1st Edition. USA: McFarland & Company, 2005. 224 p. ISBN 978-0786420643.
Duran X. 100 molècules amb què la química ha canviat (poc o molt) la història. 1a edició. Valls: 9 grup editorial, 2013. 181 p. ISBN 978-84-9034-159-9.
Hanson, E. M. High-Voltage Magic. Popular Mechanics. Sep. 1949, p. 140-142.
Nota del autor: esta entrada participa en la LX Edición del Carnaval de Química, Edición Neodimio, acogida en el blog Pantomaka.
6 respuestas a “LA CIENCIA DETRÁS DEL JOVENCITO FRANKENSTEIN (I)”